Un día caminando por las calles de Barcelona me encontré un piano de cola abandonado a su suerte. Me quedé observándolo atentamente y al instante me enamoré perdidamente de sus formas perfectas, de sus teclas, de cada una de sus maravillosas piezas.
Ese encuentro inesperado despertó algo en mi interior y favoreció el nacimiento del proyecto musical con los pianos. Mi pequeño homenaje al increíble trabajo artesanal de los Lutieres.
Me gusta mantener el movimiento original de las teclas para seguir dándoles cierta musicalidad y jugar de alguna manera con la memoria de los materiales.
Todas mis creaciones son piezas de autor, únicas y exclusivas. Sigo un proceso totalmente artesanal tanto en la soldadura de la estructura de metal como en la limpieza y tratamiento de las teclas de piano, que limpio tan solo con jabón para evitar a la madera procesos agresivos.